CUENTO ANDALUZ
estaba
de centinela
sin
temor y sin cautela
la
víspera de San Juan;
Cuando
observé a poco trecho
un
toro como un gigante
más
grande que un elefante
que
vino hacia mí derecho.
Yo
que en peligro me vi,
me
colé por un reducto
y
por el mismo conducto
entró
el toro tras de mí.
Salgo
del reducto y ¡Zas!
En
una casa cercana
me
metí por la ventana
y
el toro siempre detrás
De
la casa sin desdoro
aunque
el caso no se crea,
salí
por la chimenea,
y
siempre detrás el toro.
¿Qué
hice entonces? Me encogí
y
me metí en el cañón
de
mi fusil ¡Trapalón!
Y
el toro detrás de mí.
Más
no por eso aturdido
quise
entregarme, lo juro:
Cuando
me vi en tal apuro
me
salí por el oído
-¡Válgame
Cristo! ¡qué miedo!
-¿Pues
cómo, ¡voto a Caifás!
No
salió el toro detrás?
-Porque
tapé con el dedo.
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario