Un
niño de diez años oyó un día una conversación relativa a algunas cuentas que había
llevado a su casa y que era preciso pagar. Entonces concibió la idea de
presentar el también su mamá la cuenta de los servicios que le había prestado
desde hacía algún tiempo.
Al
mediodía, al sentarse a la mesa, la madre encontró en su plato esta sorprendente
cuenta:
MAMÁ
DEBE A SU HIJO JORGE
Por haber ido
a buscar carbón seis veces……………………………………..….…..10 Bs
Por haber ido
buscar leña varias veces…………………………………….…….…….10 Bs
Por haber
hecho varios mandados…………………………………………………….....5 Bs
Por haber
sido siempre un buen chico…………………………………………..……...5 Bs
Total: 30 Bs
La madre tomó
la cuenta y no dijo nada.
Por la noche,
en el momento en que Jorge se sentaba a la mesa para cenar, encontró en su
plato la cuenta con los Bs 30 que había reclamado.
Muy
satisfecho se embolsaba el dinero, cuando vio otra cuenta concebida así:
JORGE
DEBE A SU MAMÁ
Por diez años
felices pasados en la casa …………………………………………..…..Nada
Por diez años
de alimento …………………………………………………………….…….Nada
Por los
cuidados durante su enfermedad ……………………………………………..Nada
Por haber
sido durante diez años una buena Madre ……………………………...Nada
Total:
Nada
Cuando Jorge
leyó esta cuenta, no menos sorprendente, se quedó confuso. Con los ojos llenos
de lágrimas y los labios temblorosos de emoción, corrió hacia su madre y se
arrojó en sus brazos.
-
Querida
mamá - dijo devolviendo el dinero - te
pido perdón por lo que hecho. Mamá no debe nada a su hijo. Comprendo que nunca te
podría pagar lo que te debo. Ahora haré de muy buena gana todo lo que tú quieras,
sin pensar en ninguna retribución.
Fin